Domingo 30 agosto de 2009. Dt 4,1-2.6-8 : “Escucha, Israel, estos mandatos y decretos” Sal 14, 2-5 : Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda? St 1,17-18. 21b-22.27 : “Lleven a la práctica la Palabra” Mc 7,1-8.14-15. 21-23 : “Hace impuro lo que sale del hombre” Jesús nos invita a redescubrir la esencia del cristianismo en nuestra opción por construir la Utopía de Dios -lo que él llamaba «Malkuta Yavé», Reino de Dios- y por vivir de acuerdo con los principios del evangelio. Todas nuestras normas y protocolos están al servicio de una auténtica vivencia de sus enseñanzas. Nosotros no debemos renunciar a una vida auténtica y creativa para seguirlo a él. Todo lo contrario. Debemos recrear aquí ya ahora toda la novedad de su profecía y toda la radicalidad de su amor incondicional por los excluidos. Conectado con todo este tema está aquel otro de «la letra y el espíritu»: la letra es el detalle de lo mandado, la prescripción, el rito, la acción concreta... El espíritu es el sentido...