Brotes de olivo.
Pocos serán los que no hayan rezado alguna vez con cantos como “Nada nos separará”, “El pan de vida”, “La sal y la luz” o el “Aleluya de la tierra”. Pero quizá muchos no sepan quiénes son los autores de estas y otras muchas canciones utilizadas habitualmente en nuestras celebraciones y oraciones. Se trata de Brotes de Olivo, una familia —bastante numerosa, por cierto— y uno de los grupos de música cristiana más importantes de las últimas décadas en España. Desafiando el paso del tiempo sigue ofreciendo, año tras año, su creatividad y su fe a través de la música. Seis años habían pasado desde su anterior trabajo (”Cómo te podré pagar”), y con la Navidad nos han regalado más que un nuevo disco: su Tratado sobre Dios Niño. Este proyecto gira en torno a la idea central de la encarnación: Enmanuel, Dios de la Tierra.
Y nos lo regalan porque su música y su testimonio no tienen precio, y porque su difusión es totalmente gratuita a través de internet. En su página web se pueden descargar dos de los tres volúmenes de este trabajo musical: Desde tu fuente y Jerusalén, que incluyen un total de 30 canciones. Con ellas podremos orar, contemplar al Dios hecho carne, especialmente en el que más sufre, pensar qué comunión y encarnación existen entre nosotros los creyentes. Mientras llega la tercera “entrega” de este disco, disfrutemos de las melodías de Brotes de Olivo, y que ojalá nos ayuden a contemplar a este Dios-de-la-Tierra, y a encarnarlo en nuestra propia vida.
Además de letra y música nos hacen llegar un pequeño documento para que, entre todos, sintamos nuestro el Proyecto de Dios.
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