Cercania del Reino.


La necesidad de cambio no puede producirse sin una conversión interior.

¿Qué significa hoy esto?

Colocar nuevamente a Dios en primer término. Sacar nuevamente a la luz la prioridad de Dios, que se vea que Dios existe, que Dios nos incumbe y que Él nos responde. Preguntarse por las palabras de Dios para dejar que ellas iluminen, como realidades, el interior de la propia vida. Debemos arriesgarnos nuevamente a hacer el experimento con Dios a fin de dejarlo actuar en nosotros y en nuestra sociedad. Sólo así el señorío de Dios cobrará todo su sentido, la tiniebla desaparecerá y la luz brillará en todo su esplendor.


El calor del hogar - Brotes de Olivo

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