Domingo 2º de Pascua - Ciclo A. (Jn.20,19-31)

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.



El Evangelio de San Juan nos presenta en este pasaje la escena en la que Jesús se aparece a sus discípulos por primera vez después de su resurrección. Los discípulos están reunidos en una casa, con miedo y desconcierto después de la muerte de su Maestro.

En este momento de incertidumbre, Jesús se presenta ante ellos y les da su paz. La presencia del Señor transforma la angustia y el temor de los discípulos en alegría y esperanza. Jesús les muestra sus llagas para que no tengan dudas de que es él, el mismo que fue crucificado pero que ha vencido la muerte y ha resucitado. Además, les da el poder y la misión de continuar su obra en el mundo, anunciando el Evangelio y perdonando los pecados en su nombre.

Este pasaje nos muestra el poder transformador de la presencia de Jesús. Él puede convertir la angustia en paz, el temor en alegría, la desesperación en esperanza. También nos muestra el valor de la fe en la resurrección, ya que si Jesús ha resucitado, podemos confiar en que él tiene el poder de transformar nuestras vidas y dar sentido a nuestra existencia.

Este pasaje nos invita a la misión de Jesús en el mundo. Esto implica proclamar el Evangelio a los demás, es decir, compartir el mensaje de la salvación y del amor de Dios a todos aquellos que lo necesitan. También implica perdonar los pecados, como lo hizo Jesús, y trabajar por la reconciliación con aquellos que nos han hecho daño.

Además nos llama a vivir en comunión con Dios y con los demás. Jesús se aparece a sus discípulos reunidos, convirtiendo el miedo y la tristeza en alegría y comunión. Nosotros también debemos buscar vivir en comunión con
con los demás, siendo pacientes y compasivos, perdonando y sirviendo. También podemos encontrar comunión con Dios a través de la oración y la lectura de la Palabra de Dios.

Finalmente, este pasaje nos recuerda que Jesús es capaz de traer paz y esperanza en medio de nuestras dificultades y sufrimientos. A pesar de estar aterrorizados, los discípulos se llenan de gozo al ver a Jesús resucitado. De la misma manera, si tenemos fe en Jesús, podemos encontrar paz y esperanza en medio de nuestras luchas y adversidades.

En resumen, el pasaje de Lucas 24.13-35 nos muestra muchas lecciones importantes sobre la fe cristiana. Aprendemos que Dios nos habla a través de la Biblia y a través de las circunstancias de la vida, y que necesitamos estar atentos para escuchar su voz. También aprendemos que Jesús es nuestro compañero en el camino, y que nos llama a tener comunión con él y con los demás en amor y servicio. Aprendemos que Jesús es nuestra esperanza en tiempos de dificultad y sufrimiento. Si mantenemos nuestra fe en él, podemos encontrar paz y esperanza en medio de nuestras pruebas.

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