Un cielo nuevo y una tierra nueva.

 


Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, inmaculados e irreprochables.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El yugo llevadero

Juan anunciaba al pueblo el Evangelio

Genealogía de Jesucristo, hijo de David.