El Seminario Diocesano de Jaén lanza este video vocacional presentando el seminario y su vida con motivo del día del seminario 2024 bajo el lema "Padre, envíanos pastores"
(Mt 11, 28-30) Venid a mí todos los que estáis cansados. En el mercado de las ofertas seudorreligiosas que hoy existe, el bienestar es uno de los productos estrella. Lo divino queda asimilado a un estado placentero y aproblemático, ideal para quienes habitan ritmos estrexsantes de vida como son los de nuestras sociedades actuales.: pero bajo los adoquines no hay arena de playa (Ismael Serrano). Jesus tampoco renuncia a prometer descanso. Su Evangelio conduce a una pacificación personal y colectiva, mucho mas sencilla y asequible que la que sentían tantos «cansados y agobiados» ante el legalismo asfixiante de los fariseos. Sin embargo, el Maestro no niega que su ofrecimiento de descanso incluye también un lado duro e ineludible. El «yugo» de confrontarnos con lo que resiste al amor no se deja a un lado. Ha de seguirse cargando por muy llevadero y ligero que sea. Con eso sucede lo previsible: los proveedores de espiritualidades tranquilizadoras han quitado de su escaparate al Evange...
(Lc 3, 10-18) Y nosotros, ¿qué debemos hacer? El Adviento continúa inspirándose a través de los impulsos de Juan el Bautista. Su proclama es que lo nuevo no vendrá como si fuera un acontecimiento externo a nosotros, fruto de un arte de magia. Tampoco llegará como una solucion prefabricada de un áesianismo fácil, un mesianismo instantáneo tipo TikTok . Ciertamente ha de venir un Mesías, pero su venida conecta de antemano con nuestra disposición de acogida. Juan el Bautista es en el que la conversion es eł gesto congruente para con quien quiere habitar entre nosotros. Sería la preparación adecuada para que pueda producirse en plenitud un encuentro definitivo Con quien viene. Juan quiere convencer de que esa preparación es asequible a cualquiera. Pide que rehuyamos de la idea de que lo nuevo que va a acontecer exija personas que, por excepcionales, son inexistentes. La «gente», unos «publicanos» y hasta varios «militares» le preguntan por el modo de realización de ese cambio. El Baut...
. (Mt 18, 12-14) Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños. Nuestra sociedad está subyugada por los criterios de maximilización del beneficio y se desinteresa de las «ovejas perdidas», No son nada productivas y su cuidado necesita compromisos personales e institucionales de enorme coste. Esta sociedad es un buen proyecto para el mal, como dice Victor Manuel, . Una vez más, la parábola pone en evidencia el estilo de Jesús de ver las cosas. Acostumbra a detectar necesidades puntuales, no genéricas, y a responder a ellas con toda intensidad. Su vida pública está cuajada de aten- ciones particulares y gestos concretos. Quiere regirse por lo cualitativo, no por lo cuantitativo. Se ratifica así, de nuevo, que DioS piensa con otros esquemas que los nuestros. Tam- bién con otro corazón: el que le prohíbe dejar pasar de largo cualquier atisbo de tristeza, esa que explica que no pocas Ovejas se pierdan.
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