La paz en Jesús.
(Jn 16, 29-33) En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo.
El cristianismo no fantasea con existencias idílicas. Jesús pronostica «luchas». La historia es escenario de esfuerzos, más que de facilidades. Los seres humanos siguen infligiéndose dolor unos a otros. En el mundo residen victimarios que se alían, maniobran con mala fe, manipulan, extorsionan y matan. Afanes desmedidos, egoísmos excluyentes, fuerzas deshumanizadoras: su número continúa siendo incontable. EI Gólgota delatará en su momento que las «luchas» nos sobrevendrán, porque son muchas las víctimas de ayer, hoy y mañana, que están al final de una cadena insufrible de perversidad...
Sin duda, el cristianismo no puede fantasear existencias idílicas, pero tampoco se repliega en el derrotismo. Se agarra a lo que Jesús dice de si: «Yo he vencido al mundo». Resulta que las «luchas» que merece el Evangelio iya tienen desenlace!
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