Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?"
..(Lc 13,22-30: El respondió: "Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no llo conseguiran? El Reino es ámbito de paradojas. Da un vuelco al mundo que conocemos y lo ordena de otra manera. Por eso, el Evangelio no es evidente por sí mismo. Que los últimos sean los primeros no es plausible de entrada. Fue lo que se comprobó en aquel entierro sonado de un párroco memorable. No sorprendió el gentío que se concentró par llorarlo, sino quienes se apiñaban al fondo de la iglesia, torpes en sus gestos litúrgicos y mudos en los rezos. Eran vecinos de un barrio marginal próximo a la parroquia, pero que no pertenecía a ella. El párroco había ayudado a muchos de ellos... Aquellos últimos habían sido sus primeros.