La cosa empezó en Galilea.

Como cada año el Jurado ecuménico ha valorado las películas que se han presentado en el reciente Festival de Cannes . Presente en el Festival desde el 1974, el Jurado ecuménico está compuesto de cristianos que vienen del mundo entero y designado por Interfilm, organización protestante internacional del cine y Signis , asociación católica mundial para la comunicación. El Jurado ecuménico concede cada año un premio a una película de la competición oficial por sus cualidades artísticas y los valores humanos y espirituales que subraya, valores que son también los del Evangelio. Este año el premio ha sido para el film francés de Xavier Beauvois “Des hommes et des Dieux” (2010). Esta película cuenta la historia de un monasterio en medio de las montañas argelinas, en los años 1990. Ocho monjes cristianos franceses viven en armonía con sus hermanos a musulmanes. Pero progresivamente la violencia y el terror se instalan en esta región. A pesar de las amenazas crecientes que le...

Aparentemente una mujer embarazada, una pareja que va al cine y un camarero no tienen nada en común, pero en el proyecto 40 días para compartir, sí. Se trata de una campaña promovida por la Conferencia Episcopal de Chile en la que a través de ejemplos claros y actuales se anima a los chilenos a vivir la Cuaresma como un tiempo de pequeños sacrificios para ayudar a quienes más lo necesitan.

En un simpático vídeo, los chicos de Setem Valencia, nos recuerdan la importancia de dar un paso más en la evolución humana, atascada en el “Homo Consumus”

Es la fuerza del Espíritu, la gracia de Dios haciendose milagro en los pequeños acontecimientos de la vida, la que consigue que, a pesar de todo, sin embargo la iglesia se mueva. Sus pasos son frágiles y se desvian frecuentemente en su camino, pero cada vez se acercan más al Reino predicado por Cristo.

Todo huele a primavera después de la Pascua. Confesar que Jesús ha resucitado es creer que la Vida vence a la muerte y que lo último no es el vacío sino la plenitud. Es confesar que la muerte no es la nada sino “el Padre”. Algo nuevo irrumpe con fuerza. Después de la Pascua empieza la nueva era del Espíritu, el que resucitó a Jesús y el que se derrama entre los creyentes. Estos empiezan a vivir de común acuerdo. Proclaman la resurrección de Jesús y la Palabra va acompañada de signos curativos y de liberación.

Orar. Si pruebas te gustará