Santa María, Madre de Dios.
Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Hay personas que saben ver más allá de lo que tienen delante. Tienen la vista aguzada y descubren cosas que otros no vemos. Algo así les pasó a los pastores. El ángel que les había orientado a acercarse al pesebre les había ayudado también a ver más allá de las apariencias. Porque las apariencias eran lo que eran: una pareja de pobres refugiados en un pesebre-cueva donde ella acababa de dar a luz un niño en un lugar maloliente como lo son esos lugares (esto del olor se nos olvida ponerlo en los hermosos belenes que hacemos en nuestras casas pero es elemento fundamental del nacimiento de Jesús). Los pastores vieron más allá de las apariencias y dieron gloria y alabanza a Dios. Ellos vieron que en aquel niño estaba presente la esperanza de Israel y de toda la humanidad. Sintieron que estaban ante el amanecer de un mundo nuevo. Por eso su alegría profunda, su gozo y su acción de gracias. María, dice también el ...